“Afrontar los nuevos retos de la globalización”

Traducción automática en la red

Núria Bel

 

Grup d'Investigació en Lingüística Computacional

Universitat de Barcelona

Noviembre 2000

 

Si repasamos la publicidad que se hace actualmente de Internet comprobaremos que la característica principal de este nuevo medio de comunicación parece ser que gracias a ella hay información accesible a un número cada vez mayor de personas potencialmente interesadas, a cualquier hora e inmediata. Esto es, Internet se identifica básicamente con información instantánea. Pero información que en un 90% de los casos se proporciona en forma de texto. Y un texto está ligado a una lengua determinada.

Tanto para el usuario que está buscando información, como para el que confía en la red para dar a conocer la información que produce, la lengua en la que se expresa y en la que quiere determinada información puede convertirse en un problema. Una posible solución es aceptar una lingua franca que nos permita comunicarnos. Hoy en día esta lingua franca es, sin duda, el inglés, y, a menudo se identifica su uso como una consecuencia más del fenómeno de la globalización. Pero cabe preguntarse si es la única solución, si es la mejor o, simplemente, si es la que va a tener éxito.

Históricamente podemos identificar diferentes períodos en los que hablar una determinada lengua se había convertido, por motivos diversos, en un requisito para acceder a cierta información, para tener vida social de un cierto nivel o para aumentar el número de personas a las que podía llegar un determinado contenido. Sin embargo, y como demuestra el hecho de que sobrevivan 6000 lenguas en el mundo, ninguna de las que lo fueron en algún momento ha prevalecido. Cuando ha interesado difundir cierta información, que ésta realmente llegara al mayor número posible de personas, se ha traducido a todas las lenguas que hiciera falta.

Paralelo, pues, al fenómeno de la globalización se da el de la localización. Parece que siempre se ha llegado a la conclusión de que ganarse un determinado público implica necesariamente hablarles en su lengua. ¿Por qué Internet habría de ser diferente?

Hemos mencionado que lo que singulariza la red es, también, la rapidez. Se incorpora información con tanta profusión que difícilmente podría llegar a traducirse con la misma rapidez si únicamente contáramos con traductores humanos. Así, la posibilidad de utilizar traducción automática para localizar los contenidos de Internet es, hoy en día, una opción: ya hay portales de información, buscadores, directorios que ofrecen traductores automáticos como valor añadido a los demás servicios que ofrecen. Para elucidar el futuro de esta opción hemos de evaluar los siguientes aspectos:

 

* ¿Qué es un sistema de Traducción Automática? Las tecnologías y los sistemas existentes.

* Calidad de la traducción y su repercusión en el uso efectivo: Satisfacción de los usuarios: el consumidor y el suministrador de información.

* Coste del desarrollo de nuevos pares de lenguas y el retorno de la inversión. ¿Se trata de un negocio para la empresa privada o de una infraestructura que ha de facilitar la Administración?

*¿Hay alternativas a la traducción, sea automática o no?

 

 

Núria Bel es licenciada en Filología Hispánica y doctora en Psicolingüística por la Universitat de Barcelona. Actualmente es directora técnica del Grup d'Investigació en Lingüística Computacional, en la Universitat de Barcelona, con el que ha participado en diferentes proyectos europeos y nacionales de investigación relacionados con la traducción automática (EUROTRA, 1987-1992; TRADE, 1993-1995) y desarrollo de herramientas y recursos lingüísticos (MULTEXT, PAROLE, SIMPLE). Ha colaborado en el “Working Group on Computational Lexicons” del grupo Expert Advisory Group on Linguistic Engineering Standards, EAGLES (CEE, DG-XIII), desde 1993 hasta 1999 y participa en el “Working Group on Multilingual Lexicons” del proyecto International Standards for Language Engineering, ISLE (CEE, DG-XIII) desde enero de 2000. Desde enero de 1999 es colaboradora externa de la Secretaria per a la Societat de la Informació de la Generalitat de Catalunya y desde el curso 1998-1999 es Profesora Asociada de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universitat Pompeu Fabra, en la que imparte la asignatura de Lingüística Computacional.