El futuro de las lenguas en Internet

por Javier Echeverría Ezponda (Instituto de Filosofía, CSIC)

 

 

1.- Los tres entornos sociales y las lenguas.

 

Internet no sólo es un nuevo medio de información y comunicación, sino que, junto con otros sistemas tecnológicos periféricos (multimedia, infojuegos, realidad virtual, etc.), configura un nuevo espacio social, electrónico, telemático, digital, informacional y reticular, al que cabe denominar tercer entorno. El tercer entorno se superpone a los otros dos, el campo y la ciudad (physis y pólis), y genera profundas transformaciones en la vida humana y social, debido a que tiene una estructura matemática, física, etc. muy distinta a la de los entornos naturales y urbanos [1]. El ser humano hace cosas muy distintas en una sociedad agraria, industrial o informacional. No es lo mismo expresarse oralmente (el aire como medio de comunicación), por escrito (soporte papel) o a través de redes telemáticas tipo Internet. La emergencia del tercer entorno modifica casi todas las acciones humanas (la guerra, las finanzas, la ciencia, el comercio, el ocio, la cultura, el arte, la medicina, la enseñanza, la delicuencia, etc.) y los actos de habla no son una excepción. A través de Internet podemos tener oficinas y casas multilingües y por ello el espacio lingüístico es muy distinto en el entorno electrónico.

                                                                                                                                                                                                              Veamos de qué manera se transforman las lenguas al trasladarse a Internet. En el primer entorno (E1) son lenguas habladas. En el segundo (E2) son habla+escritura, y en particular escritura impresa, libros, publicaciones. El tercer entorno (E3) conlleva la aparición de una nueva forma de escritura y publicación, la escritura electrónica, basada en la digitalización, la informatización, la hipertextualización, la telematización y la memorización electrónica multimedia. En los dos primeros entornos hay usos íntimos, privados y públicos de los idiomas respectivos. Es importante tener en cuenta que el tercer entorno no sólo cambia lo que se publica electrónicamente (World Wide Web), sino también el habla y la escritura íntima y privada (tertulias, correo electrónico, archivos personales, firma electrónica, encriptación, autentificación, etc.). El habla de E1 y la escritura de E2 son transferibles al tercer entorno mediante artefactos tecnológicos como el teléfono digital, el reconocimiento automático de voz, el software de procesamiento de textos y sonidos, el teletexto, las tarjetas de sonido, los discos compactos y otros muchos. También las imágenes y los datos pueden ser trasladados al espacio electrónico, debido al carácter multimedia del nuevo espacio informacional. En una palabra: en E3 es posible escribir el habla, los textos, el sonido, las imágenes, las fórmulas, los números y los datos, y todo ello independientemente del sistema de signos que cada cultura pueda utilizar para hablar o escribir. Por todo ello, la escritura electrónica es el gran ejemplo actual del proyecto leibniciano de una Characteristica Universalis, todavía por ampliar y perfeccionar. La aparición de la escritura y la imprenta produjo un fuerte impacto sobre las lenguas habladas. Otro tanto ocurre hoy en día: la escritura electrónica de E3 induce profundos cambios en las lenguas habladas y escritas.

Resumiré las consideraciones anteriores diciendo que en E3 las lenguas devienen tecnolenguas (o infolenguas), es decir, sistemas de comunicación y de memoria implementados tecnológica e informáticamente. En consecuencia, el futuro de las lenguas en Internet no depende sólo del número y nivel de alfabetización de sus hablantes o de la calidad de sus escritores, sino también de la competencia de los técnicos e ingenieros que sepan adecuarlas al nuevo espacio electrónico, telemático e informacional. La expansión de una lengua en Internet se convierte así en una cuestión de ingeniería lingüística, no sólo de hablantes o literatos. Las innovaciones tecnológicas que favorezcan el desarrollo de una lengua en E3 no sólo deben orientarse hacia los ámbitos públicos de Internet (la WWW). Tan importantes, o más, son los ámbitos privados, que al fin y al cabo son los escenarios donde más se practica y se desarrolla una lengua. Por ello distingo entre el tercer entorno e Internet, y en particular entre el espacio infolingüístico y la World Wide Web.

 

 

2.- Transformaciones concretas de las lenguas en Internet.

 

La tecnología transforma y puede hacer avanzar las lenguas en Internet en los siguientes aspectos, como mínimo:

1.- Desarrollando sistemas de memoria, archivo y documentación que faciliten a los tecnohablantes el acceso, el manejo y la combinación de expresiones propias y ajenas en formato multimedia. Ello afecta en particular al tesoro de las lenguas, es decir a la memoria y el conocimiento colectivo depositado en instrumentos de E2 tales como el diccionario de la lengua, el de autoridades, las obras de los grandes clásicos, los modismos, etc., que deben ser transferidas con celeridad al entorno electrónico. Aquella lengua que instale rápida y eficientemente su acerbo común en la red podrá avanzar más rápidamente en Internet. Dicha memoria lingüística ha de ser telemática y reticular (memoria-red), y por ello el diseño de los enlaces (links) tiene una importancia prioritaria.

2.- Desarrollando redes telemáticas de banda ancha robustas y fiables que faciliten los flujos informacionales en una lengua concreta (protocolos, navegadores, portales de acceso, documentos multimedia, etc.). Este aspecto suele ser el más tenido en cuenta.

                                                                                                                                                                                                                    3.- Posibilitando que los hablantes puedan acceder al tercer entorno a través de interfaces fónicos amables (reconocimiento de voz, transcripción fonética automatizada, etc.), de modo que el ritmo, la entonación, la dicción y las variantes fonéticas puedan ser transferidas y adaptadas a los usuarios de una misma lengua. La popularización de las tecnolenguas exige un esfuerzo de innovación orientado hacia la pragmática de las lenguas, la psicolingüística y la sociolingüística. Una tecnolengua cuya escritura electrónica (multimedia) resulte poco atractiva tendrá menos probabilidades de expandirse en Internet.

                                                                                                                                                                                                                    4.- Creando instrumentos informáticos para el aprendizaje de las lenguas en el tercer entorno. La construcción de escenarios virtuales para la enseñanza a distancia de las lenguas y la formación de profesorado para dichos escenarios, combinando en su caso sesiones presenciales con otras telepresenciales, es una de las tareas prioritarias a acometer. Otro tanto cabe decir de la enseñanza en general, no sólo de la enseñanza de las lenguas. En la medida en que haya buenos instrumentos electrónicos de aprendizaje en una lengua concreta de la historia, la literatura, el arte, las ciencias, etc., o simplemente foros electrónicos agradables para que la gente hable y se escriba a través de las redes, el avance de un idioma en Internet se verá favorecido. No hay que olvidar que el progreso de las lenguas en el segundo entorno ha dependido estrictamente de la creación de sistemas educativos universales y de calidad. Otro tanto hay que hacer en E3, tanto para el aprendizaje de las lenguas como de otras materias. El avance de las lenguas en Internet dependerá en gran medida de los sistemas educativos que se vayan creando en el espacio telemático.

                                                                                                                                                                                                                    5.- La política lingüística en E3 ha de ser transnacional y multicultural, de modo que los diversos países y culturas que en E1 y E2 hablan una misma lengua puedan hacerlo también en E3, incluyendo modismos y expresiones coloquiales de sus respectivos ámbitos culturales. Por ende, el diseño de las redes y los instrumentos tecnológicos no debe restringirse al modo específico de hablar una lengua en una determinada cultura o país. El purismo no es una buena política para favorecer la expansión de las lenguas en Internet.

6.- Junto al reconocimiento automático de la voz (propia y ajena), el problema clave es el de la traducción automática. Aquella lengua que disponga de buenos sistemas de transcripción y traducción automática será la que más avance en Internet. Esto es particularmente cierto en ámbitos plurilingüísticos como Europa. Por ello es preciso investigar e innovar en el ámbito del e-español, es decir del español electrónico. Dicha tarea no sólo atañe a los escritores, sino también a lógicos, lingüistas, informáticos e ingenieros electrónicos y telemáticos, entre otros. Las instituciones que promueven el desarrollo de la lengua española en el tercer entorno han de desarrollar proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) en el ámbito e-lingüístico del entorno telemático

 

3.- Conclusión.

 

En resumen, el avance de las lenguas en Internet depende en gran medida de la innovación tecnológica que facilite y simplifique el uso de las lenguas en el espacio electrónico. Cervantes dio un gran impulso literario a la lengua castellana al escribir el Quijote, al igual que los gramáticos y los simplificadores de la escritura potenciaron el acceso a la lengua escrita. De la misma manera, hay que potenciar la aparición de e-escritores y e-oradores que puedan atraer a hablantes de diversas culturas a la práctica de una lengua, en este caso del e-español. Aquella lengua que produzca las primeras obras maestras de la escritura electrónica adquirirá un gran impulso en el siglo XXI. Y otro tanto cabe decir del idioma cuyos hablantes puedan comunicarse con gran facilidad y charlar privada e íntimamente a través de las redes telemáticas.

Lo que no cabe pensar es que el e-español va a ser el actual castellano trasladado al tercer entorno. La creación y la innovación en la escritura electrónica es la principal tarea. El español electrónico no sólo se compondrá de palabras y textos, sino que también incluirá imágenes, películas, melodías, juegos, escenarios virtuales y sistemas de documentación y de acceso específicos. El escritor del futuro será un info- o tecno-escritor, es decir, un equipo multidisciplinar que sepa crear obras de calidad en el tercer entorno.

 

J.E.E.

 

 

 



[1] Para un desarrollo más amplio de estas ideas, ver J. Echeverría, Los Señores del Aire. Telépolis y el Tercer Entorno, Barcelona, Destino, 1999.