El 20 de octubre de 1993, en un acto presidido por sus Majestades y con asistencia del Cuerpo Diplomático Hispanoamericano, quedó constituida la Fundación pro Real Academia española. Firmaron en calidad de Miembros fundadores, Su Majestad el Rey, los Presidentes de todas las Comunidades Autónomas de España y los máximos responsables de las principales empresas financieras e industriales del país.
Su Majestad el Rey, a título exclusivamente personal, hizo entrega de un cheque por valor de un millón de pesetas, cantidad con la que quiso honrar el propósito de la Fundación y trasmitir su entusiasmo a un proyecto cuya finalidad última es la defensa de nuestro idioma.
Además de miembros fundadores, la Fundación consta de miembros benefactores, que son aquellas personas o instituciones que se comprometen de alguna manera a colaborar con la Fundación.
La Fundación tiene como fin esencial canalizar la ayuda de la sociedad a la Academia, para que esta pueda desarrollar las funciones que su Estatuto le encomienda.
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